El consumo de azúcar es hoy transversal a toda la sociedad, pues el temible polvo blanco se esconde en los más variados alimentos y bebidas con los que somos seducidos en el día a día. Cereales de desayuno, pan, pasteles, galletas, zumos, refrescos, postres, chocolates, entre muchos otros, hacen casi imposible parar el apetito y la gula.
Una realidad preocupante en el ámbito de la salud pública y que junto con la necesidad de más dinero en las arcas del Estado ha hecho que el Gobierno, liderado por Antonio Costa, haya creado, al igual que otros países, una nueva tasa, ‘Fat Tax’. Se refiere a productos ricos en sal, grasas y azúcares y entró en vigor en febrero de 2017.
Es una señal de advertencia para los consumidores que ahora tienen que pagar más por los mismos productos y también para la industria que se ve obligada a reducir el azúcar si quiere mantener el nivel de ventas.
La lucha contra el azúcar ya es una realidad en otros países, como por ejemplo en Inglaterra, donde las grandes marcas de chocolate, como Mars, Nestlé o Cadbury, anunciaron la reducción del tamaño de los chocolates en un 20% para cumplir las nuevas reglas contra la obesidad infantil. Según el periódico británico “The Independent”, uno de cada cinco niños británicos tiene sobrepeso incluso antes de entrar en la escuela primaria
De este modo, el azúcar empieza a alcanzar en los países considerados más desarrollados el estatuto de enemigo público.
Este texto es una toma de conciencia. En consonancia con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada un sentir si debe consumir este alimento. La dosis y frecuencia dependen de la naturaleza y de la condición física de cada Ser Humano.
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