Procedente de Asia, de la familia del ajo, la cebolla es más un superalimento indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Una importancia que llevó al poeta chileno Pablo Neruda a rendirle un homenaje al escribir el “Oda a la Cebolla“:
“(…) Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesa
de las pobres gentes. (…)”
¿Merece la pena verter lágrimas por una cebolla? Sí, sin ninguna duda. Es un ingrediente fundamental para confeccionar un buen plato y sus beneficios para el cuerpo humano son increíbles. Es rico en flavonoides, lo que le permite actuar de forma tan intensa como su olor, y es antioxidante, antiinflamatorio, protector cardíaco, analgésico, antialérgico, anticancerígeno, antidiabético, combate la úlcera, entre otros. En la práctica, al comer cebolla está protegiendo el corazón, a reforzar la inmunidad, a prevenir infestaciones, inflamaciones, la aparición de enfermedades degenerativas, aumentar la densidad ósea, controlar el colesterol y la diabetes, evitar la formación de cataratas en los ojos, a mejorar la digestión, a desintoxicar el organismo y a perder peso, etc…
Blanca, perla, roja o negra, cada cebolla tiene características propias y un sabor único que transmite una sutilidad y refinamiento a cada plato, aunque de una forma consciente todas se unen para dar armonía y bienestar al cuerpo humano. Por cada lágrima vertida, las células y órganos de nuestro cuerpo agradecen por recibir valiosos aliados que ayudan a proteger contra los estreses del día a día.
Cebolla cruda
Es la mejor forma de aprovechar todas las propiedades de la cebolla. Los expertos recomiendan que se consuma al menos una cebolla cruda por semana. Ya en los cocinados se aconseja no dejar freír más de cinco minutos.
Cortar cebolla sin llorar
Al cortar una cebolla se da una reacción química que en contacto con el aire crea gas sulfúrico, lo que provoca la irritación de los ojos. Como protección, nuestro organismo lanza las lágrimas para limpiar y combatir el desconforto. Es posible no llorar desde que se pele la cebolla bajo agua corriente o con las manos mojadas para que el gas que la cebolla suelta sea reducido o anulado por el agua y así evitar que llegue a nuestros ojos.
Jarabe
Es una buena opción casera para aliviar la tos porque posee propiedades dilatadoras y expectorantes que ayudan a aliviar las vías respiratorias, eliminando más rápidamente la tos y el catarro.
Añadir tres cebollas, medio kilo de miel y zumo de tres limones en una licuadora hasta obtener una mezcla homogénea, después debe guardarse en un frasco de vidrio bien cerrado. Los niños pueden tomar dos cucharas de postre del jarabe durante el día, mientras que los adultos pueden tomar cuatro cucharas de postre.
Té de cebolla
Hervir pedazos de cebolla, por ejemplo, una cucharada de cebolla picada, en una cafetera con agua y endulzar con azúcar moreno o miel. El té también puede hacerse con las cáscaras de la cebolla.
El té de cebolla, así como su zumo, tiene poderes antiinflamatorios, siendo especialmente usado en casos de tos, ronquera, inflamaciones de garganta, catarros y otros estreses en las vías respiratorias.
Almacenaje
La temperatura ideal para conservar los tubérculos es la temperatura ambiente, sin embargo no puede ser tan fría como en la nevera. Lo ideal es que se mantengan entre 7 y 10 °C, pero si se conservan a temperaturas un poco más grandes (entre 10 y 25ºC), aún así es posible obtener una duración razonable.
Guardar la cebolla en la nevera puede ser una buena manera de infestarla con hongos, además de la temperatura baja hacer con las cebollas se marchitan y se pudren más rápido.
Saber cuándo la cebolla es un veneno
Y si la cebolla es un superalimento para los seres humanos, ya algunos animales, como perros, gatos, caballos o monos, pueden morir con su ingestión. Los principales culpables son los compuestos llamados sulfóxidos y sulfuros, que pueden provocar una enfermedad llamada Anemia de Heinz, que se caracteriza por daños en el interior de los glóbulos rojos de la sangre, lo que lleva a la anemia.
Este texto es una toma de conciencia. En consonancia con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada un sentirse si debe consumir este alimento. La dosis y la frecuencia dependen de la naturaleza y de la condición física de cada Ser Humano.
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