Se obtiene a través de la evaporación del agua del mar, proceso hecho naturalmente a través de la exposición solar. La sal marina natural no está sometida a ningún tipo de refinado, por lo que mantiene todos los micro minerales y nutrientes originales, incluyendo el yodo natural. Este tipo de sal es grueso, húmedo, puede tener una coloración blanca, gris, negra, rosa …, depende del mar donde se recoge y su sabor es bastante fuerte.
El sabor más pronunciado lleva a que se recomiende el consumo en menor cantidad en la culinaria. Los expertos afirman, a una sola voz, que usar sal marina integral en la cantidad adecuada, como máximo una cucharadita al día, da al organismo nutrientes esenciales a su funcionamiento, por ejemplo, el magnesio natural contribuye a la disminución de la tensión arterial, además de reforzar el sistema inmunitario.
Sin embargo, es necesario cuidado porque muchos envases anuncian sal marina en letras grandes, pero en realidad en la descripción, en letras pequeñas, dicen que la sal es refinada. Sal marina natural no es refinada y tampoco enriquecida en yodo, el llamado yodado.
Este texto es una toma de conciencia. En consonancia con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada un sentirse si debe consumir este alimento. La dosis y frecuencia dependen de la naturaleza y de la condición física de cada Ser Humano.
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