Salvia (Salvia officinalis)
Propiedades:
Adstrigente, antiséptica, antioxidante, antiinflamatoria, antirreumática, antitranspirante, ansiolítico, balsámico, calmante, digestiva, germicida, hipoglucemiante (reduce la glucemia)…
Infusión:
Comience por colocar dos cucharaditas de salvia seca, durante unos minutos, en un poco de agua fría dentro de una taza. A continuación, añada agua caliente hasta 90º C (es decir, cuando el agua comience a hervir) y tape durante 10 minutos. Cuando se enfría está listo para consumir (ver aquí cómo hacer una infusión).
Indicaciones:
- Aftas,
- alzheimer,
- bronquitis,
- catarro,
- colesterol,
- calambres estomacales, intestinales y menstruales,
- control de la diabetes,
- diarrea,
- dispepsias,
- dolores de garganta,
- exceso de flatulencia,
- encías inflamadas,
- ictericia,
- mala digestión,
- náuseas,
- estreñimiento,
- sintomas menopáusicos,
- sinusitis (la infusión se utiliza en forma de inhalación),
- tos,
- sudoración excesiva…
Contraindicaciones:
Embarazadas, en fase de lactancia (disminuye la producción de leche materna), por personas con insuficiencia renal y tampoco debe ser utilizado en grandes cantidades ni durante más de 30 días. Además, cada cuerpo es diferente y por eso conviene estar atento a eventuales incompatibilidades, totales o momentáneas, generadas por su ingestión.
Este texto es una toma de conciencia. Según la estación del año y el momento en que se encuentra, corresponde a cada Ser sentir si debe consumir este alimento. La dosificación y frecuencia depende de la naturaleza y condición física de cada Ser Humano.
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