Los aceites esenciales y los hidrolatos son secretos de la aromaterapia

Foto de Esfera Dourada.  La energía y la información de la planta contenidas en el aceite esencial o el hidrolato previene y cura desequilibrios en el cuerpo, el alma y el espírito.

La aromaterapia es una terapia holística que utiliza las propiedades y principios activos de las plantas que dan origen a aceites esenciales, hidrolatos o aguas florales, para promover la prevención y curación de los desequilibrios en el cuerpo, alma y espíritu de un ser vivo.

La energía y la información contenida en la planta entra en resonancia con los campos vibratorios y celulares del Ser Humano, estimulando el reequilibrio en todas las dimensiones: física, psíquica y espiritual. Hay un mayor equilibrio de emociones y sentimientos, más tranquilidad, una reducción de estrés y ansiedad, una mayor claridad mental y un patrón vibratorio más elevado y equilibrado.

La aplicación de aceite esencial es un antiguo ritual y una práctica que hemos heredado de antiguas civilizaciones como Egipto, India, China, Grecia o tribus indígenas de África y el continente americano. Sin embargo, químicos como René Gattefossé o Marguerite Maury sentaron, en las primeras décadas del siglo pasado, las bases de la aromaterapia moderna, ahora accesible para todos.

Los aceites esenciales y los hidrolatos  se utilizan hoy en día cada vez en los cuidados básicos de salud – a través de masajes, baños, compresas, difusión en el ambiente o ingestión (solo las aguas florales e hidrolatos pueden ingerirse directamente) – y también en la gastronomía, gracias a las propiedades nutricionales y medicinales, así como a los aromas y sabores que ofrecen.

Foto de Hanne Hasu en Pixabay.  Es a través de la destilación de hojas, pétalos, raíces, tallos, semillas o corteza de plantas que se produce el aceite esencial o el hidrolato.

¿Qué es un aceite esencial?

Es un líquido hidrofóbico que contiene compuestos químicos volátiles obtenidos de plantas. Es un producto resultante de la extracción en caliente de hojas, pétalos, raíces, tallos, semillas o corteza de un ser vegetal.

La elección de un aceite esencial debe recaer preferentemente en un biológico y 100% puro. Se trata de un sello de garantía de que todos los principios activos y propiedades de la planta no se alteran, ni se diluyen con aditivos químicos o sintéticos. Es por eso que en el mercado se venden los aceites 100% puros a un precio superior, pero también bastarán dos gotas para obtener toda la esencia de la planta, lo que no ocurre con los aceites diluidos, ya que a veces son necesarias 10 gotas.

Un aceite biológico es aquel que se elabora a partir de plantas frescas de agricultura ecológica, debidamente certificada, y en el que el proceso de destilación se realiza de forma artesanal o poco industrializada. Uno de estos ejemplos es la marca francesa Essenciagua.

La fabricación de un aceite esencial se suele realizar de forma lenta, a baja presión de vapor y a una temperatura reducida. Este es uno de los secretos para no dañar los componentes más frágiles de la planta y así garantizar toda la compleja riqueza que nos aporta este ser vivo del Reino Vegetal.

La naturaleza de un aceite esencial varía de una planta a otra, dentro de la familia botánica, y de una especie a otra. En este sentido, la composición de un aceite esencial puro puede variar según el método de destilación, el año de cultivo de la planta, el clima, la ubicación geogáfica, entre otros elmentos, lo que lo hace único y que así permite disfrutar de beneficios específicos.

A la hora de consumir aceites esenciales si son 100% puros, solo una o dos gotas serán suficientes para obtener las propiedades y los principios activos de la planta elegida.

Una gota de aceite esencial pura contiene una elevada concentración de componentes bioactivos, que, según los expertos, para obtener un potencial terapéutico equivalente habría que ingerir unas 20 tazas de la infusión de la planta que da origen al aceite. Esta proporción se debe al hecho de que para producir un litro de aceite esencial, a veces, se necesita una tonelada o más de la planta.

Foto de Castleguard en Pixabay.  Para producir un litro del aceite etérico de la flor de la Lavanda se necesitan más de 200 kg de la flor.

Hidrolatos contienen las propiedades de la planta diluidas

En el proceso de destilación de un aceite esencial, también se produce el hidrolato (mediante la destilación de hojas, pétalos, raíces, tallos, semillas o corteza de plantas) o agua floral (cuando la destilación es solo de flores). Estos subproductos de los aceites esenciales pueden contener las mismas propiedades y principios activos de la planta o propiedades y principios activos complementarios, pero surgen en un estado diluido. ¿Confundido?

Tras la condensación de la materia vegetal, en el proceso de destilación de la planta, se pasa del estado gaseoso al líquido, cuyo resultado es agua mezclada con el aceite esencial, quedando este último en la superficie. Quitadas las partículas de aceite esencial, el agua restante tiene propiedades disueltas de la planta, es decir, el llamado Hidrolato o Agua floral, si la destilación se hizo solo a partir de flores.

Foto de Spabielenda en Pixabay.  El aceite esencial debe mezclarse con aceite vegetal para que las capas de la piel absorban mejor las propiedades que ofrece la planta.

Cómo aplicar aceites e hidrolatos

La alta concentración de propiedades del aceite esencial puro hace que los terapeutas no recomienden un período de uso diario superior a siete días consecutivos. Después de siete días de consumo, debe parar durante tres días, antes de reanudar, si es el caso. El periodo de parada evita una posible crisis tóxica en el cuerpo.

En los masajes, es recomendable mezclar aceites esenciales puros con aceites vegetales, como Almendras dulces, Sésamo, Jojoba o Nigella, en la proporción de tres gotas de aceite esencial por siete de aceite vegetal. Esta dilución permite una absorción más rápida a través de las capas de la piel de las propiedades que la planta oferece y evita posibles manchas e irritaciones cutáneas.

En la opción de ingerir aceites esenciales, se recomienda que el aceite se mezcle en mermelada o miel en una pequeña tostada, debido al elevado potencial de la planta que ofrece al organismo. Sin embargo, no todos los aceites esenciales se pueden ingerir.

Los aceites esenciales también se pueden utilizar en baños, compresas o difusores y brumizadores para el medio ambiente, así como en la gastronomía.

En el caso de los hidrolatos y de las aguas florales, pueden ser ingeridos directamente por cualquier persona, esparcidos en la piel en forma de loción o crema, utilizados en baños, mediante difusores o brumizadores aromáticos y también en la confección de gastronomía.

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