El própolis o propóleo es un antibiótico natural potente y de múltiples acciones, pues sirve para uso interno y para uso externo (en heridas, cortes e infecciones cutâneas). Hay, sin embargo, personas que pueden ser alérgicas a la miel y a sus derivados y también al própolis, presentando reacciones como la inflamación, irritación de la piel donde fue aplicado o incluso urticaria.
Para evitar reacciones graves de alergia se recomienda hacer una prueba de sensibilidad antes de utilizar el extracto, siendo para ello sólo necesario gotear dos gotas de própolis en las muñecas o en el antebrazo y aguardar unos 30 minutos para ver la reacción: si tiene una ampolla entonces es alérgico y no debe consumir própolis. ¡Atención! que la piel queda amarilla en el área donde aplicó, pero si pasa un poco de alcohol sale o con el paso del tiempo desaparece.
El própolis es normalmente usado en extracto y consumido a través de gotas o en gránulos homeopáticos y la dosis depende de la dilución. Lo ideal es que sea tomado inmediatamente después de las comidas. Existen también en el mercado pomadas, pulverizadores y otros tipos de aplicaciones, que contienen própolis
El consumo de própolis debe ser siempre aconsejado por un especialista en productos naturales en consonancia con el Ser y con la situación del momento.
Cicatrización de heridas
En las heridas sin cualquier rotura en la piel puede colocar própolis directamente. En las heridas con rotura de piel con sangre a la vista, se aconseja humedecer una gasa con un poco de agua y dos gotas de própolis, sólo después debe pasar suavemente en el local de la lesión. La opción de añadir agua y própolis hace que la cicatrización no deje, posteriormente, marca en la piel. Atención que en herida abierta la acción del própolis puede provocar un pequeño ardor debido principalmente al alcohol de cereales, pero es perfectamente soportable. Al esparcir el própolis sobre la herida está a protegerse de infecciones y los antioxidantes de este antibiótico natural van a acelerar la cicatrización.
Resfriado, sinusitis o estomatitis
El própolis es eficaz en la destrucción de una amplia variedad de bacterias nocivas al Ser Humano, por lo que se indica en el tratamiento de desequilibrios nombrados como enfermedades del tipo angina, amigdalitis, faringitis, laringitis, gingivitis, estomatitis, abscesos dentales, sinusitis, bronquitis, neumonía, gripe o dolor de garganta, entre otras. El própolis también tiene un efecto inmunoestimulante, es decir, estimula la producción de células productoras de anticuerpos, fortaleciendo así el sistema inmunológico contra las enfermedades e infecciones. Además de reforzar el sistema sanguíneo.
El consumo de própolis debe, sin embargo, ser siempre aconsejado por un especialista en productos naturales y tomado de acuerdo con la condición del Ser y según la situación del momento.
Aftas
Colocar unas gotas de própolis en una compresa o bastoncillo y aplicar directamente sobre la afta. Después de varias aplicaciones, la afta va a desaparecer gracias a la acción cicatrizante, antiinflamatoria y bactericida del própolis.
Dientes
Una gota de própolis puro sobre el diente o la encía con absceso ayudará a atenuar el dolor debido a su acción bactericida. Sin embargo, esta es una opción temporal, debe tan pronto como sea posible recurrir a un dentista para analizar y resolver la situación.
Acné y picaduras de insectos
El própolis puede usarse como una crema antiinflamatoria en la zona de la piel afectada por picaduras de insectos, erupciones cutáneas o irritación. Es también eficaz en el tratamiento para el acné, la psoriasis, el eczema y otras infecciones.
Hongos y micosis
Para el tratamiento de micosis se deben colocar tres gotas de própolis sobre la región afectada al menos dos veces al día durante algunos días. La acción bactericida de este antibiótico natural ayuda a recuperar.
Este texto es una toma de conciencia. Compruebe antes de consumir si es alérgico. De acuerdo con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada uno sentirse si debe consumir própolis. La dosis y la frecuencia depende de la naturaleza y la condición física de cada Ser Humano.
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