El aguacatero es originario de Centroamérica (México, Guatemala y Antillas), pertenece a la familia de las Lauraceae, pero hoy puede ser encontrado en cualquier parte del mundo.
Es una planta cuyas flores son hermafroditas – tiene flores masculinas y femeninas en la misma inflorescencia – siendo así necesario tener dos tipos de plantas para garantizar la fecundación de las flores.
La producción de un aguacatero varía entre 200 a 800 frutos al año, siendo que existen más de 500 variedades a la vuelta del mundo. Sí, hoy hay una verdadera globalización del aguacatero que se ha intensificado en la última década gracias al poder nutricional del aguacate, reconocido científicamente y que conquistó en Hollywood el corazón de muchas celebridades. Además de ser un boleto dorado en la alimentación diaria de cada vez más consumidores a nivel mundial contagiados por la moda del aguacate, también la industria de cosmética se enamoró por este fruto tropical, pasando a explorar esta mina hasta el agotamiento con el lanzamiento de productos cada vez más inovadores
Los mayores productores del mundo de aguacate están en Latinoamérica, en particular en México, Perú, Chile y Colombia. Los registros de 2013, apuntan para una producción mundial de 4,7 millones de toneladas. Sólo en 2016, México el mayor productor del mundo con una cuota de cerca de 30%, fue responsable de la exportación de más de un millón de toneladas de aguacate, generando benefícios mayores que los del petróleo para la economía mexicana.
El éxito del ‘Oro Verde’ ya llamó la atención de los principales carteles mexicanos, que según la prensa local – también comentado en Portugal en la revista “Visão” y en los periódicos “Público” y “Expresso” – controlan la región de Michoacán, donde se concentra la mayoría de las plantaciones y el comercio de aguacate, con beneficios anuales estimados en 145 millones de euros. La guerra por los millones está generando un clima de terror provocado por la criminalidad violenta, pero la otra cara de la moneda es la intensa deforestación de los bosques para hacer nuevas plantaciones de aguacateros, poniendo en riesgo el medio ambiente. Para producir un kilo de abacate son necesarios cerca de 242 litros de agua, llevando muchas regiones a tener problemas de sequía, además de la contaminación del agua por químicos agrícolas que son lanzados para proteger y aumentar la eficiencia de la producción de aguacate.
Por ejemplo, en Chile, el tercero mayor productor de aguacate del mundo, hay reportes, en la prensa local y internacional, de pequeños agricultores y muchos otros ciudadanos, como por ejemplo en la región de Cabildo, que reclaman agua potable para su familia y para sus plantaciones porque las granjas de aguacates les llevan toda el agua. En Petorca, en la región chilena de Valparaíso, muchas plantaciones de aguacate hacen prospecciones ilegales de agua para regar sus plantaciones, lo que según la población citada por el periódico británico “The Guardian”, lleva a que el caudal de los ríos y de las aguas subterráneas bajen a niveles considerados de sequía. Los habitantes llegan aún a tener que ser abastecidos de agua por camiones cisterna, revela el mismo periódico británico.
Ante esta dura realidad, cuando consumir aguacate considere todos los prós y los contras de estar alimentando esta moda.
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