El jengibre es una especia asiática milenaria, conocida como el curandero, que a lo largo de los tiempos se ha difundido un poco por todo el mundo.
En Portugal, el jengibre se impuso desde el reinado de D. João III (1521-1557) y ahora es frecuente en la cocina, bebidas o tratar los estreses del día a día.
Es una planta de la familia de las zingiberáceas, puede alcanzar un metro de altura, sus hojas verdes nacen de un tronco subterráneo duro, grueso y lleno de nódulos irregulares de color beige.
Su sabor dulce, refrescante, potente y ardiente con un gusto picante fuerte, calienta el cuerpo, las capas del alma y del espíritu, casi que por hechizo, tantas son sus propiedades que a lo largo de los milenios han cautivado cada vez más fans . Un interés que hizo despertar la edición de muchos libros sobre todo el potencial de esta especia y divulgar sus multibeneficios por la internet.
Consumir jengibre previene gripes y resfriados, combate inflamaciones, como por ejemplo en la garganta, mejora la digestión, protege el hígado, estimula la circulación sanguínea, combate el mareo y el cáncer de colon o de la próstata…
Cómo consumir
En general, el jengibre es un alimento seguro cuando se utiliza con moderación. No se debe consumir más de tres gramos de jengibre diariamente. Puede ser consumido crudo, rallado, en polvo, en extracto, en té…, todo depende de la finalidad de su utilización. Pero en términos terapéuticos, su uso debe ser siempre recomendado y acompañado por un profesional, pues hay contraindicaciones para ciertas personas. El consumo excesivo puede provocar ardor en el estómago, ardor de estómago, diarrea y malestar estomacal.
A quién hace mal
Plante su jengibre
Elija dos o tres buenas raíces y ponlas a baja profundidad 2 a 3 centimetros) en una maceta fonda y alta (30 centímetros) y coloquela en un lugar donde tome poco sol directo. El riego debe ser moderado al principio, después el secreto es mantener el suelo húmedo, pero no mojado, a una temperatura ambiente alrededor de los 23 grados. Pasado un año ya puede empezar a hacer las primeras cosechas, cortar un poco de la raíz y plantar el resto para que continúe beneficiándose de su curandero.
Un baño para eliminar malas energías
Toallas de jengibre contra los dolores de espalda
Para preparar las toallas debe hervir dos litros de agua con una cuchara de sopa de jengibre en polvo y una cuchara de sopa de sal marina. Cuando empezar a hervir apague el fuego, sostenga en la primera de dos toallas medias, dobla en la vertical dos veces y luego con una mano en cada punta se hace un nuevo pliegue y se sumerge la toalla en el agua caliente. Siempre con cuidado para no quemarse, una mano agarra en las dos puntas frías de la toalla y la otra mano sostiene en una cuchara de palo que la va a poner en medio de la toalla doblada para escurrir y retirar el exceso de agua. La toalla debe estar bien caliente, pero sólo humedecida. Después es sólo colocar con cuidado las dos toallas en la espalda de la persona que está acostada boca abajo. Atención que las puntas frías no deben estar en contacto con el cuerpo, deben estar orientadas hacia arriba.
Después se cubren las toallas con un plástico grande para hacer efecto de invernadero y se tapa la persona de inmediato con las mantas. Las toallas deben ser retiradas 20 a 30 minutos después, pero si la persona se adormece no hay problema.
Un Té poderoso que calienta el alma
Hervir cuatro rodajas de jengibre o una cuchara de té de jengibre rallado en una cafetera con un litro de agua durante algunos minutos, después es sólo colar y beber.
Este texto es una toma de conciencia. En consonancia con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada un sentirse si debe consumir este alimento. La dosis y frecuencia dependen de la naturaleza y de la condición física de cada Ser Humano.