Un simple dolor de cabeza, insomnio, dificultades para completar la digestión o dolor de garganta son situaciones cotidianas que podrían
resolverse fácilmente a través de la infusión de hojas, flores, semillas o raíces de una planta que tenemos en casa. Tomemos como ejemplo la melisa, tilo, hierba luisa, la flor de lavanda o de naranja, las semillas de hinojo, las hojas de menta, el cilantro, el perejil, el jengibre, entre muchas otras.
La planta, seca o fresca, seleccionada para la infusión debe ser colocada en un poco de agua fría durante unos minutos. Esta simple operación permitirá hidratar las hojas secas, flor o raíz, pues así activa la clorofila y saca mayor provecho de la energía vibratoria que ésta tiene para ofrecernos. Sólo después debe añadirse el agua previamente calentada, es decir, la infusión. La temperatura del agua, para extraer todo el potencial de la planta o la hierba, no debe superar los 90ºC y el tiempo adecuado para la infusión depende de planta a planta, pero en promedio, el intervalo varía entre cinco y diez minutos, en algunos casos hasta los 15 minutos.
Aquí están algunos ejemplos de plantas o hierbas que consideramos más apropriadas para ayudar a superar desequilibrios, sabiendo que todos somos diferentes. El consumo de una infusión depende, pues, del estado en que se encuentra cada uno y, en particular, se siente que la debe consumir en ese momento. Lea también otro texto en este sitio web acerca de los beneficios y de las contraindicaciones de posibles plantas y hierbas para fortalecer su conciencia antes de decidirse a consumir.
Pelo Grasoso: ortiga, Té Verde y canela
Calmante: manzanilla, valeriana, limón, Hierba de naranjo, lavanda, tilo, lemongrass, hierba luisa y jazmín.
Caspa: salvia y albahaca.
Circulación: cardo mariano.
Colesterol: Maracuyá, ‘diente de león’, alcachofra e linaza.
Calambres intestinales y Flatulencia: manzanilla, hinojo, romero, menta piperina, limón, hierba dulce y jengibre.
Depresión y ansiedad: lavanda, limón, ginkgo biloba, lemongrass, valeriana y flor de naranjo.
Desintoxicante: alcachofas, lemongrass, bulbo, cúrcuma, jengibre, manzanilla, romero y carqueja.
Dolores de cabeza: tilo, manzanilla, limón, romero y hierba luisa.
Dolores de estómago: salvia, marcela, jengibre, romero, lechuga y artemisia.
Dolor de garganta: propolis, jengibre, tomillo, limón, violeta y capa de cebolla roja.
Dolor menstrual: jengibre, perejil, hinojo, laurel y hojas de frambuesa.
Dolor muscular: jengibre, cúrcuma, perejil, lavanda.
Enérgico: ginseng, cilantro, romero, menta, guaraná y jengibre.
Fatiga: romero, carqueja, ginseng, pau d’arco, jengibre,
Hígado: borututu, alcachofra, diente de león y espino blanco.
Resfriados y gripes: equinácia, propóleos y jengibre. Pero para ayudar a este tipo de eliminaciones nada como una tisana de tomillo, equinácia, jengibre, limón, anís, flor de sambuco y capa de cebolla.
Hipertensión arterial: espino blanco, hojas de oliva, tolo y ginkgo biloba.
Inmunidad: cúrcuma, equinácia y jengibre.
Infección del tracto urinario: diente de león, perejil, pies de cereza, maíz y equiseto o cola de caballo.
Insomnio: valeriana, manzanilla, lemongrass, tilo y passiflora.
Mala digestión: hierba limón, salvia, Macela, hierba luisa, perejil, cilantro, limón, anís, hinojo, ortigas y moras.
Memoria: ginkgo biloba.
Menopausia: salvia, hojas de morera, ginkgo biloba, pino silvestre, ginseng y trébol rojo.
Cálculos renales: rompe piedras, boldo, maíz, pies de cereza y uva ursi.
Piojos: ortiga, marrubio, jengibre y romero.
Reducción de peso: piña, jengibre, hibisco, té blanco, té Verde, yerba mate y perejil.
Tos y sinusitis: propolis, tomillo, romero, eucalipto y jengibre
Este texto es una toma de conciencia. En consonancia con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada un sentir se debe consumir este alimento. La dosis y frecuencia dependen de la naturaleza y de la condición física de cada Ser Humano.
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