1- La ingestión de ajo con leche debe ser evitada, pues la leche crea moco en el organismo, que después de algún tiempo podrá ser la causa de infecciones y de otros problemas. |
2- También el consumo de ajo excesivo puede causar mala digestión e irritabilidad de la mucosa gástrica. |
3- No se debe usar el ajo en personas alérgicas, embarazadas, recién nacidos o niños hasta cuatro años. |
4- El consumo de ajo también debe evitarse en casos de pre y postoperatorio, pues tiene efecto antiplaquetario. |
5- ¡Atención!, tampoco es aconsejable juntar el ajo a medicamentos, pues el ajo intensifica su acción. |
6- A pesar de tantos puntos positivos, lo ideal es consumir con moderación, ya que dosis elevadas pueden provocar cólicos, vómitos, dolores de cabeza, dolores de vientre y otras situaciones. |
7- No debe tomarse (en forma de un diente en ayuno) por personas que sufren de gastritis y úlcera gástrica, tengan la presión arterial baja y la glucemia baja (hipotensos y/o hipoglucémicos). |
8- No debe tomarse por quien esté en tratamiento con medicamentos para la coagulación y debe evitarse su utilización cerca de la altura de la realización de una cirugía. |
9- El ajo guardado en aceite fuera del frigorífico, a la temperatura ambiente, nunca debe ser consumido. ¿Por qué? Porque puede desarrollar bacterias nocivas para la salud. |
Este texto es una toma de conciencia. En consonancia con la estación del año y el momento en que se encuentra, cabe a cada uno sentirse si debe consumir este alimento. La dosis y frecuencia depende de la naturaleza y de la condición física de cada Ser Humano.
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