Las Plantas ofrecen vida a la Fitoterapia y a la salud del Ser Humano

Foto de Esfera Dourada.  La Organización Mundial de la Salud reconoce la fitoterapia como una de las Terapias No Convencionales.

La Fitoterapia es un método terapéutico holístico que utiliza las propiedades, principios activos y toda la energía vital disponible por seres del Reino Vegetal para prevenir y tratar desequilibrios manifestados en el cuerpo del Ser Humano y que pueden desencadenar enfermedades, con repercusiones en el alma y el espíritu.

La utilización de plantas para fines terapéuticos es tan ancestral como la existencia del propio Ser Humano, teniendo su desarrollo y aplicación ganando notoriedad en varias civilizaciones a nivel mundial a lo largo de los tiempos. No es casualidad que la Organización Mundial de la Salud reconozca la fitoterapia como una de las Terapias No Convencionales.

En Portugal, la Fitoterapia no fue reconocida legalmente como práctica terapéutica hasta 2003, siendo también ya enseñada a los ojos del Estado como una licenciatura.

Foto de Pexels en Pixabay.   Los seres del Reino Vegetal ofrecen propiedades indispensables para el equilibrio nutricional del Ser Humano y permiten también tratar desequilibrios, denominados enfermedades.  

Alimentación y Salud

La frontera entre la utilización de plantas para la alimentación del Ser Humano – frutas, hortalizas, cereales y leguminosas debe tener un peso superior al 70% en la rueda alimentaria – y la prevención y tratamiento de desequilibrios, a menudo llamados enfermedades, es muy estrecha. El perejil es una aromático indispensable en la cocina debido a su riqueza en vitaminas y minerales esenciales a nuestro organismo, pero en fitoterapia sus propiedades (antioxidante, antiinflamatoria, diurética, entre otras) ayudan a reforzar el sistema inmunológico, a superar la piedra en los riñones, calambres menstruales o, por ejemplo, poner un ramo de perejil debajo de la axila de una embarazada seca la leche materna. Moringa es el árbol elegido por las Naciones Unidas para frenar el hambre en muchos países subdesarrollados, debido a su elevada riqueza en nutrientes, pero sus propiedades y principios activos la hacen única en el tratamiento de anemia, reumatismo o enfermedades degenerativas.

Cada día que pasa, más y más personas recurren a la fitoterapia como un medio de curación natural. Una opción justificada por los pocos efectos adversos que presentan, pues son productos naturales y también por el bajo riesgo de dependencia que ofrecen. Una realidad atractiva en comparación con los medicamentos comercializados por la industria farmacéutica que utiliza principios activos presentes en las plantas y en muchos casos, se extraen o moldean moléculas producidas por síntesis química, cuyo producto final presenta bastantes contraindicaciones y efectos secundarios.

Tomemos el ejemplo de un simple dolor de cabeza, fiebre o una inflamación que puede ser tratada con corteza y hojas de sauce, pero que hoy en día es vendido mundialmente por la industria farmacéutica a través de la aspirina.

Foto de Florian Pircher en Pixabay.     Europa, al igual que Portugal, reconoce la importancia de la fitoterapia en el cuidado de la salud, pero los productos fitoterapéutricos solo se consideran complementos alimenticios. 

Quien supervisa la Fitoterapia

A escala mundial, la Organización Mundial de la Salud tiene autoridad para influir en las decisiones políticas relativas a los productos fitoterapéuticos. Sin embargo, los medicamentos a base de plantas, que tienen indiscutible valor clínico, farmacéutico y económico, son a los ojos de las autoridades reguladoras y de las estructuras políticas, en Portugal y en Europa, considerados solo complementos alimenticios. 

Los productos fitoterapéuticos son “Productos alimenticios destinados a complementar o complementar la dieta normal…” dice la legislación actualmente en vigor, (Directiva 2002/46/CE).

La regulación y el control de los complementos alimenticios corresponde, en el espacio europeo, a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, mientras que en territorio portugués esas funciones se entregan a la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) y a la Dirección General de Alimentación y Veterinaria (DGAV).

Existe consenso en que los productos fitoterapéuticos, es decir, los producidos a base de plantas, son seguros, ya que deben cumplir las recomendaciones y todas las condiciones previstas en la legislación portuguesa y europea, como por ejemplo la Directiva 2004/24/CE de 31 de marzo de 2004. No es casualidad que en muchos países europeos y asiáticos los tratamientos a través de la fitoterapia sean compartidos por los respectivos sistemas de salud.
Foto de Ivabalk en Pixabay.    La infusión de plantas frescas o secas es la forma más sencilla de practicar fitoterapia. 

¿Cómo usar la Fitoterapia?

La forma más sencilla de usar Fitoterapia consiste en la ingestión de infusiones de plantas, o sus partes, frescas o secas (hojas, tallos, raíces, cáscaras, semillas), así como frutos, vegetales o incluso algas marinas. Existen después productos Fitoterapéuticos, comercializados como complementos alimenticios, cápsulas, jarabes, elixires, pomadas, tinturas, gotas, entre otros. Uno de estos ejemplos es la gama HemoPhyton que está cuidadosamente preparada y que contiene la memoria de los arquetipos celestiales de las plantas, distribuida en exclusiva por la Esfera Dourada.

La mayor parte de las plantas actúa en uno o varios órganos y varias plantas pueden complementarse o incompatibilizarse entre sí. Es por eso fundamental nunca olvidar que también en la fitoterapia hay riesgos y que todas las advertencias deben ser cumplidas al pie de la letra, como es el ejemplo de la toma diaria recomendada, el estado de la persona, embarazada o en fase de lactancia, si tiene hipersensibilidad o alergia a algunos de los componentes de la planta o plantas.

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